Los cultivos se ven afectados por las heladas, que son periodos cortos en los cuales la temperatura desciende hasta un nivel inferior al punto de congelación; pudiendo, en algunos casos, dañar la producción de ciertos tipos de cultivos, especialmente en zonas de clima frío. Por lo tanto, protegerlos de los efectos de este fenómeno es de vital importancia para aquellos que trabajan en las áreas agrícolas. Para ello existen distintas formas de proteger los cultivos de las heladas puede protegerlos con nuestra manta térmica INVERNAVELO . La primera consiste en cubrir las parcelas con lonas especialmente diseñadas para ello, las cuales actúan como una barrera entre el suelo y el exterior, conservando así la temperatura interna durante el periodo helado. Estas lonas son aconsejables en determinadas zonas climáticas, ya que el aire frío no penetrará tan fácilmente si está separado del suelo, impidiendo que llegue a los cultivos.
Otra forma de evitar los peligros de las heladas para los cultivos, es el riego intensivo de los sembradíos, en momentos previos al enfriamiento. Esta manera de actuar proporciona una menor cantidad de agua en las plantas en los momentos de frío, resultando mucho menos dañina que la acumulación de agua. El riego debe hacerse durante el atardecer, logrando que el suelo conserve su humedad, pero manteniendo una temperatura más alta. Además, la agricultura de cobertura puede actuar como un medio natural capaz de proteger a los cultivos. Esta práctica implica la plantación de cultivos tolerantes al frío entre los susceptibles, a fin de crear una capa protectora en torno a los mismos y evitar a su vez que los vientos se lleven aire frío hacia los sensibles. Dentro de los cultivos mayormente usados se pueden encontrar la espelta y el trigo.
Alternativas para mantener una temperatura adecuada para los cultivos
Otra alternativa para preservar a los cultivos es la utilización de calefactores. Estos dispositivos sirven para aumentar la temperatura de las parcelas, evitando así los efectos de las bajas temperaturas. Estos calefactores, usualmente de origen eléctrico, funcionan calentando el aire o el suelo, con el objetivo de lograr una buena barriera ante el congelamiento. De forma adicional, recomiendo instalar termómetros en cada parcela para así controlar la temperatura del suelo durante el periodo de heladas, pudiendo así contraer medidas en función del descenso de temperatura. De igual manera, un sistema de control de heladas resulta recomendable para aquellos tramos de tiempo donde se espere un periodo helado peculiarmente largo, permitiéndonos así combatir el fenómeno antes de su inicio.
Asimismo, recomendamos nuestra manta termica INVERNAVELO la cual ayuda a proteger tu cultivo en zonas con bajas temperaturas. Esta malla actúa como una barrera entre las plantas y el ambiente externo, reduciendo la pérdida de calor, crean una especie de microclima dentro de los mismos, permitiendo de esta manera la atenuación del fenómeno. Por último, destaco la necesidad de consultar a profesionales cualificados para asesorarse sobre las mejores medidas a tomar para proteger los cultivos de las heladas, puesto que la información de manera particularizada a cada caso puede depender de diversos factores a tener en cuenta, como el clima, la ubicación, el tipo de cultivos a tratar, etc.
La manta térmica es una solución para evitar las heladas
La manta termica contra heladas puede ser el mejor aliado que los agricultores tienen para combatir los daños que la helada puede ocasionar a las cosechas. Estas mallas suelen emplearse como protección en los días más fríos del otoño e invierno para conservar la humedad y la temperatura en los cultivos. Estas mallas de alta resistencia están especialmente diseñadas para proporcionar un entorno adecuado y eficaz. Además, el material con el que están fabricadas, es de calidad para asegurarse de que los helechos y las hojas permanezcan protegidos. La malla es una gran ayuda en los cultivos porque permite a los agricultores proteger una amplia variedad de cosechas. Aunque cada malla es ligeramente diferente, según la cosecha a la que se aplique, todas contienen algunos elementos comunes que los agricultores deben tener en cuenta al comprar una.
Nuestra manta térmica está disponible en una variedad de tamaños y gramajes para su necesidad. El tamaño de la malla determinará el grado de protección que pueda ofrecer a los cultivos. Una malla demasiado pequeña permitirá la entrada del frío al follaje de los cultivos, afectando a la resistencia de la producción. Una vez que se ha elegido un tamaño adecuado, hay que considerar la eficacia térmica de la malla. Se trata de un material tejido no tejido que, pese a ser transpirable, genera calor al absorber los rayos del sol. La malla también se ajusta mejor alrededor de los tallos de los cultivos, permitiéndoles crecer en un ambiente cálido y adecuado. También hay que tener en cuenta el grado de resistencia. Esto se refiere a cuán duradero será el material con el que está fabricada la malla en condiciones de frío y viento.